viernes, 10 de enero de 2014

La Lumbre y los Quintos en Parrillas

El servicio militar ya no es obligatorio, pero en algunos lugares como Parrillas se sigue recordando lo que era la tradición de los quintos. Los muchachos ya no se preparan para la mili, pero recuerdan lo que fue con diferentes actividades y recuperan la práctica del tallaje. Los quintos, una tradición que aún modificada, perdura en el tiempo.

Lumbre de los Quintos en Parrillas. Nochebuena 2013
Lumbre de los Quintos en Parrillas (Toledo). Nochebuena 2013.
                                                               Fotografía: Alberto J. París




Durante años los quintos era el nombre que recibían los chicos que, al cumplir la mayoría de edad, se iban a hacer el servicio militar. Pero desde hace más de una década esta tradición que era obligatoria, excepto casos reconocidos de enfermedad, ha dejado de serlo. Aún así, en algunos lugares se siguen celebrando los quintos como recuerdo de aquel servicio militar que entonces, era obligatorio.

Parrillas, es uno de los lugares donde esta tradición sigue viva. Desde hace años celebran los quintos de una manera diferente a la de antes, pero que mantienen a lo largo del tiempo.

Los parrillanos y parillanas, que es el nombre que reciben sus habitantes, que van a hacer 18 años son los protagonistas de cada año. En la navidad de sus 17 años todos se reúnen y recogen dinero para su fiesta,
bien pidiendo en la carretera de entrada al pueblo o vendiendo papeletas, y el día de Nochebuena todos se reúnen en la plaza para ver la lumbre de los quintos, cuya leña han tenido que coger ellos mismos, con ayuda de sus familiares. Pero lo característico llega en verano, ahí es cuando todos los quintos, después de haber estado colaborando en la carretera recolectando dinero, recogiendo leña y demás, entre ellos eligen al mister y a la miss, con sus correspondientes caballeros y damas. Pero no es el procedimiento de un concurso de belleza, aquí ellos se eligen por el trabajo que ha hecho cada uno y por lo que ha aportado durante todo su año de quinto. Su sistema de votación es el siguiente, las chicas votan por su esfuerzo a los chicos, eligiéndolos segundo caballero, primer caballero y mister; y los chicos hacen los mismo con ellas, otorgándolas el puesto de segunda dama, primera dama y miss.

Después de esto, en el que cada coronado ha recibido una banda con su “título” y una copa, les toca ir a las misas correspondientes y hacerle una ofrenda a la virgen y vestirse, para quien quiera, del traje típico parrillano.

Además, recuperando tradiciones, hace dos años los quintos del 2011 rescataron el antiguo tallaje de cuando uno iba a la mili  y se le tenía que tomar medidas. Esto es el último día de fiestas, que se desarrollan durante 4 días en la primera semana de agosto, y los muchachos van al ayuntamiento donde se les toma medidas como antiguamente. Esto ya no sirve para nada representativo, solo como un mero recuerdo de lo que antaño se hacía como paso de la adolescencia a la madurez. Son jóvenes que no van a hacer el servicio militar, pero con sus tradiciones recuerdan lo que un día fue de obligado cumplimiento.

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