Municipio

Torre del Reloj e iglesia de Ntra. Sra. de la Luz. Parrillas.
Torre del Reloj e iglesia de Ntra. Sra. de la Luz. Parrillas.
En el extremo noroccidental de la provincia de Toledo, en pleno corazón del encinar característico de la Campana de Oropesa, entre los ríos Tiétar y Guadyerbas que le limitan respectivamente por el norte y por el sur, mirando siempre a Gredos (“espina dorsal de España”) se encuentra nuestro pequeño, pero entrañable y maravilloso pueblo, Parrillas.

Sobre el nombre de "Parrillas" son diversas las teorías que existen. Lo más normal es pensar que deriva simple y llanamente de "parrilla" (pequeña parra o cepa de vid), por las abundantes que hubo desde antiguo y se cultivaron, así como los parrales silvestres que existían por doquier en los bancales, entre olivares e higueras. El investigador Jiménez de Gregorio añade que Parrillas también puede venir de un término celtibérico, latinizado en "parricula", con el significado de "aprisco" (redil, majada ...), lo cual es probable pues el pasado del pueblo es claramente pastoril.

Cañada Real a su paso por Parrillas
Camino Real a su paso por Parrillas. 
Fotografía: Alberto J. París
También es difícil precisar el origen histórico de Parrillas. El origen del pueblo hay que buscarlo en el Cordel de Ganados que atraviesa todo su término de norte a sur y de este a oeste, antiguo Cordel de la Mesta, heredero de la tradición prehistórica de la trashumancia. Hace cincuenta años todavía pasaban por él inacabable sucesión de rebaños de ovejas y cabras y numerosas vacas negras: en otoño bajaban de la sierra en dirección a Extremadura y en primavera regresan en dirección a la sierra. Paralelo y cruzando el caserío, discurre el Camino Real o Camino de los Arrieros, que en el tramo norte próximo al pueblo muestra una estructura de estirpe romana.

Parece lo más probable que el caserío que llega hasta nuestros días empezó a formarse a mediados del siglo XIII, en torno al reinado de Alfonso X el Sabio. Prácticamente desde sus orígenes, Parrillas aparece históricamente como un lugar vinculado al Señorío de Oropesa, que pasó a propiedad de los Álvarez de Toledo en 1369.

Parrillas. Villa en 1642.
Entrada principal de Parrillas. Toledo
Fotografía: Montse de Nacimiento
En 1642 Parrillas conseguirá la exención de su jurisdicción, proclamándose "villa en sí y sobre sí", tenía 130 vecinos, equivalentes a unos 500 habitantes, y contaba ya con un número importante de instituciones religiosas: Parroquia, Hospital, Memoria de Ánimas, Cofradía y Ermita de San Bartolomé, Cofradía y Ermita de San Juan, Cofradía y Ermita de la Fuente Santa, Cofradía de San Sebastián, de la Virgen del Rosario, de la Vera Cruz, del Santísimo Sacramento (Hermanos del Señor) y del Dulce Nombre de Jesús. Esta circunstancia y los más importantes aspectos de la historia del pueblo, es objeto de minucioso análisis en el libro "La exención de Parrillas y otros datos históricos hasta el siglo XVIII", de los parrillanos Jesús Gómez Jara y José María Gómez Gómez.

Parrillas es hoy un pueblo tranquilo, ideal para llevar una vida aislada en contacto con la naturaleza. Pasear por el Camino Real o por el Camino de la Virgen, entre añejas olivas, o seguir la ruta del Cordel y la Dehesa, entre milenarias encinas de retorcidos y gruesos troncos, hasta la plácida ribera del Pantano, son placeres que con frecuencia se procuran los parrillanos. Desde lo alto del Cordel es impresionante la vista que se alcanza de la Sierra de Gredos. En verano, las gargantas de agua cristalina de la Sierra están a media hora de camino en coche.

Retablo de la Iglesia Ntra. Sra. de la Luz. Parrillas. Toledo.
Retablo de la Iglesia Ntra. Sra. de la Luz.
Parrillas. Toledo
En los últimos años, Parrillas ha realizado, además, un interesante esfuerzo en lo relativo al adecentamiento de edificios y asfaltado de calles, llegada del agua potable, etc. Da gusto ver el pueblo, dicen los propios y extraños que pasean por sus calles. Se ha ganado mucho en limpieza y salubridad, con la traída del agua corriente desde hace años, el adecuado alumbrado público que ha culminado con la típica farola en el centro de la plaza, la remodelación de la Iglesia Parroquial con su Pórtico y su grandioso Retablo, el arreglo y modernización del Ayuntamiento, la reparación del magnífico edificio de las Escuelas, la construcción de la Sede Social de la Caja Rural y Cooperativa, la enhiesta y elegante Picota-monumento a la villa de Parrillas, la Piscina Pública que hace el deleite de jóvenes y mayores durante el largo y caluroso verano, amenizado por la Semana Cultural del Club de Amigos de Parrillas. Todas ellas, razones para el orgullo de los parrillanos y expresión del entrañable amor que las gentes de la comarca profesan a sus pueblos.


José Mª Gómez Gómez.
Historiador, catedrático y poeta.